
La justicia cojea pero llega. Y parece estar llegando para reivindicar el buen nombre de los cerdos, que han sido señalados de diseminar el virus AH1N1 por todo el mundo. Los cogieron de marranos, les levantaron esa gran calumnia y nadie quedó con cargos de conciencia. Pero ahora la ciencia empieza a descubrir que somos los humanos lo que podemos contaminar a nuestro hermanos menores, los cochinos.
Según un estudio del Instituto Friedrich-Loeffler en Greifswald-Insel Riems (Alemania) que se publica en la revista 'Journal of General Virology', los científicos han descubierto que la variedad de la gripe A/H1N1 pandémica en humanos es infecciosa en los cerdos y se expande con rapidez en la población de cerdos de un estudio.
Los investigadores, dirigidos por Thomas Vahlenkamp, infectaron de forma experimental a cinco cerdos con la variedad de la gripe porcina que está causando la actual pandemia en humanos. En cuatro días el virus se había extendido a tres de los cerdos no infectados que convivían con los infectados y todos los cerdos mostraban signos clínicos de la gripe porcina.
Según explica Vahlenkamp, "aunque en las primeras fases de la pandemia de gripe porcina existía la preocupación de que los humanos pudieran haber cogido el virus de los cerdos, esto no se había documentado y los cerdos y otros animales no habían participado en la expansión actual de la gripe A/H1N1 en los humanos.
Sin embargo, con el aumento de las infecciones en humanos, el paso de este virus humano a los cerdos se vuelve más probable. La prevención de las transmisiones de humanos a cerdos debe ser una importante prioridad para evitar la participación de los cerdos en la epidemiología de esta pandemia".
Esto quiere decir, ni más ni menos, que de ahora en adelante serán los marranos los que deberán cuidarse de los humanos. Evitarán sludarlos de beso y de mano, se taparán la trompa con tapabocas, pero no se sabe quién los fabricará a medida de los hocicos porcinos, no comerán en los mismos platos y con los mismos utensilios que los humanos, los marranos deberán vacunarse contra el virus cuando hayan tenido contacto cercano con humanos etc, etc.
En esta columna ya veníamos desde el principio poniendo en duda la responsabilidad total de los cerdos en la cofiguración de la pandemia de esta gripa y parecíamos clamar en el desierto. Pero los científicos teutones han escuchado nuestros gritos contra semejante calumnia.
Y miren más apasionantes descubrimientos: Aunque el virus se expande con rapidez a los cerdos no infectados, no se expandió a los pollos que habitaban con los cerdos. Esto podría implicar que mientras que el virus puede pasar de humanos a cerdos no puede hacerlo de cerdos a pollos. Los experimentos se realizaron bajo estrictas condiciones de aislamiento para evitar cualquier posible transmisión del virus de los cerdos infectados.
Los científicos recomiendan que no debería permitirse a las personas sospechosas de padecer gripe porcina tener contacto con cerdos y que los cuerpos reguladores deben coincidir en medidas de restricción apropiadas en el caso de los propietarios de cerdos en los que se detecte la infección.
Lo dicho, los humanos somos un peligro para los marranos, que deberían además evitar el consumo de chicharrón humano sin las debidas precauciones. Máximo en Colombia, donde a cualquiera le van dando chicharrón por cualquier bobada.
Los experimentos siguen en marcha para determinar si las vacunas existentes en la actualidad podrían proporcionar a los cerdos cierta inmunidad para detener la posible expansión del virus.
Veremos cuál vacuna sale al mercado primero, si la vacuna para humanos o la vacuna para marranos.