sábado, 15 de mayo de 2010

Colombia: terrorismo de estado en nombre de la paz




por James Petras*

Vivimos una época donde la manipulación del lenguaje es utilizada por los principales responsables políticos que responden a los intereses extranjeros, así, ellos son capaces de trastornar los hechos y controlar la realidad dándole un nuevo significado que le es indispensable para cubrir, para ocultar, la violencia, la corrupción, la injusticia que ellos realizan y fomentan como mandatarios peones de una gobernación imperial mundial en gestación. El profesor James Petras nos expone las mentiras empleadas por la política del terrorismo estatal y la corrupción del lenguaje ante la opinión pública. El caso colombiano es ejemplar.
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El presidente colombiano Álvaro Uribe. La primera baja [o elemento de la estrategia] del terrorismo de Estado suele ser la corrupción del lenguaje, la invención de eufemismos mediante los cuales las palabras significan lo contrario y los eslóganes encubren delitos graves: Ya no existe consenso universal para condenar los crímenes contra la humanidad.

Se debe a que los asesinatos y matanzas masivas garantizan la «confianza» del inversor, pues se despoja a los indígenas de sus tierras para que se puedan explotar las minas; desaparecen los trabajadores de las empresas petrolíferas para que el petróleo corra; y la prensa económica internacional elogia el éxito del Presidente en la «pacificación del país».

Cuando los dirigentes de Europa y América del Norte abrazan a los narco-presidentes, queda de manifiesto que los delincuentes se han vuelto respetables y las personas respetables, delincuentes.

Pero en otras regiones otras voces han sentado en el banquillo a criminales de guerra del pasado y el presente.
En Argentina, los generales responsables de los desaparecidos pasan sus últimos años de vida entre rejas. En España, Dubai y otros lugares se han emitido órdenes de detención contra mandos del ejército israelí.

En Malasia, Tony Blair, cómplice de la guerra genocida de Bush en Iraq, debe eludir ser arrestado por los crímenes de guerra cometidos. Colombia, Estados Unidos e Israel, los epicentros del terrorismo de Estado, están solos en la Asamblea General de Naciones; condenados pero, todavía, no sometidos a juicio. Sus días de impunidad se acaban.
Las guerras interminables, la corrupción galopante y las estafas económicas a gran escala (la podredumbre interna) están erosionando la fachada de su poderío militar.

Poniendo de manifiesto las mentiras que sustentan las maquinarias de matar, los escritores e intelectuales desempeñan un papel esencial en la aceleración de este proceso. Empecemos:

Las mentiras de nuestra época
La doctrina de seguridad democrática
(ni democrática, ni para la seguridad personal):

La corrupción del lenguaje acompaña a todos y cada uno de los grandes delitos políticos. El concepto de «seguridad de la democracia» no es una excepción.
En el contexto colombiano actual, asesinar a dirigentes de movimientos sociales para garantizar la reelección de un partido compuesto por asesinos políticos es democrático.

«Seguridad» es el eufemismo para aludir a los cementerios clandestinos llenos de sepulturas sin lápida bajo las que hay personas sin nombre.
La «libertad de los medios de comunicación» existe cuando proclaman solemnemente otro «triunfo militar importante»… la matanza de campesinos desarmados que estaban labrando sus tierras.

Los economistas son «expertos» cuando anuncian que la economía está creciendo… y sólo las personas sufren.
Los políticos son «estadistas» cuando afirman ser «uno con el pueblo»… excepto con los 4 millones de desposeídos por la fuerza y los 300.000 familiares de los muertos y desaparecidos; los muertos y los desposeídos todavía tienen que apreciar a ese Uno que asegura ser tal «con el pueblo».

Cuando el Presidente afirma que la guerra es la paz, que la militarización es seguridad y que las desigualdades son justicia social, sólo quienes no alcanzan a comprender estas Verdades Oficiales deben temer que llamen a su puerta a medianoche.

La definición oficial de terrorista

Se trata de una persona que no consigue comprender que la senda que conduce a la paz pasa por gastar miles de millones de dólares en aviones de guerra, helicópteros de combate, bases militares y en subcontratar a asesores militares y mercenarios.

Los enemigos de las conversaciones de paz

Según el Presidente, esos grupos de defensa de los derechos humanos que se oponen a la matanza de adversarios y proponen diálogo en lugar de monólogos son los enemigos de la paz; sólo los monólogos garantizan que haya una «verdad oficial», y no otra.

El precio de la prosperidad

Según el Presidente y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la pobreza, el desempleo y los salarios bajos son el precio de la democracia y la prosperidad… pero sólo si son los trabajadores y los campesinos quienes pagan el precio y los ricos los únicos que prosperan.

Una novedosa definición de Soberanía

Según el Presidente, la nueva definición de soberanía es ceder territorio a una potencia extranjera imperialista para que instale siete bases militares que actúen según su propio marco legislativo y ámbito de competencias.
Soberanía equivale a ocupación extranjera.

La nueva definición de subversión

Según el Presidente, los acuerdos humanitarios y las iniciativas de paz son pretextos para la subversión; sus defensores saben de antemano que el Estado no los va a aceptar. En cambio, deshumanizar al enemigo y a los defensores de la paz facilita bombardear aldeas subversivas, los «auténticos» enemigos de la paz.

Sobre alabanzas y condenas

¿Qué dice de un Presidente el hecho de que todos los grupos y movimientos sociales que defienden los derechos humanos lo condenen, y que toda la prensa económica y las instituciones militares lo elogien?

Un Presidente con récords mundiales

No cabe duda de que el Presidente Uribe ingresará en el Libro Guinness de los Récords.

El Presidente cuenta con el respaldo de más narco-diputados que cualquier otro Presidente o Primer Ministro del mundo (incluida Afganistán).

El Presidente es responsable del desplazamiento de más personas (4 millones de refugiados) en el plazo más breve (8 años) que cualquier otro Presidente del mundo. (Ha desbancado a Israel en su medio siglo).

El Presidente ha autorizado la instalación de más bases militares estadounidenses que todos los presidentes latinoamericanos juntos.
El Presidente es responsable de la matanza de más militantes y dirigentes sindicales que cualquier otro líder mundial (1.500).
Por cada primer puesto en muerte y usurpación, el Presidente Uribe merece un nuevo galardón, un premio Innoble.

Pero no es el único. Tres presidentes estadounidenses, tanto demócratas como republicanos (Clinton, Bush y Obama), han suministrado armamento y centenares de asesores por valor de miles de millones de dólares para financiar a 30.000 narco-miembros de escuadrones de la muerte y 300.000 soldados, que desempeñan un papel fundamental en la obtención de los «récords mundiales» de Uribe.

Recordemos y castiguemos los crímenes contra la humanidad del pasado y del presente, pero tomemos la delantera en la búsqueda del diálogo entre quienes están dispuestos a mantenerlo, porque constituyen una mayoría que cree en la paz a través de la justicia.

James Petras

James Petras es profesor emérito de sociología en la universidad de Binghamton (New York). Intelectual emblemático de la izquierda estadounidense, es autor de numerosas obras.

La British, demandada por colombianos ante el Tribunal Permanente de los Pueblos

Las comunidades del municipio de Tauramena, Casanare,denunciaron atropellos y afectaciones serias del medio ambiente por el accionar de la British Petroleoum; a través de la colombiana Corporación Social para la Asesoría y Capacitación Comunitaria (COSPACC) y la británica Colombia Solidarity Compagn.

La demanda fue presentada ante el Tribunal Permanente de los Pueblos, que sesiona desde ayer y hasta el 18 de mayo en Madrid, España.

Según denuncian estas organizaciones la BP ha secado pozos naturales de agua, contaminando asimismo recursos hídricos destinados al consumo humano, ha ocasionado derrumbes en la zona, y ha provocado contaminación auditiva, lumínica y atmosférica.

Además, la petrolera ha violado los derechos de asociación de los trabajadores, ha intimidado a familias para obligarlas a vender sus tierras, y ha contribuido a discriminar a la mujer de la región, quien es relegada dentro de la industria del petróleo únicamente a trabajos de limpieza, cocina y vigilancia, que se encuentran en la más baja escala salarial.

Más grave aún, las organizaciones denuncian que, dentro de las áreas de exploración y explotación entregadas en concesión por el Estado colombiano, “se ha desarrollado toda clase de delitos que afectan a la población; hay estudios sobre desaparición forzada con 2653 casos, asesinatos aproximadamente 9.000, amenazas, desplazamiento forzado, vulneración del derecho a la movilidad, se ha generalizado la cultura del miedo. Razones por las cuales durante mucho tiempo las comunidades no hacían exigibilidad de sus derechos ante la empresa BP”.

También se indica que petroleras como BP y Oleoducto Central S.A. (Ocensa) “no han asumido su responsabilidad social en busca de alternativas diferentes al sector petrolero”, y “se han limitado solamente a construir pequeñas soluciones de vivienda, capacitaciones, aportes pequeños a las acciones comunales de las zonas de influencia, que no redundan en un bienestar de toda la comunidad”.

Por ello, los demandantes reclaman que se evalúen los impactos ambientales derivados del accionar de las petroleras, se establezcan mecanismos que obliguen a las empresas a respetar los derechos humanos y la libertad sindical, y que se dirija la inversión social realizada por las petroleras hacia proyectos de impacto y de interés general, encaminados a despretrolizar la economía con recursos significativos.

El Tribunal Permanente es una prolongación del famoso Tribunal Russel, que enjuició a criminales nazis después de la II Guerra. Se mantiene con otras denominaciones y otros intereses inherentes a la paz y a los derechos humanos en el mundo. Lo integran jueces de diversos países auropeos y americanos y sus decisiones tienen impacto en la opinión internacional y en organismos como la misma ONU, que consideran sus veredictos para tomar medidas sobre problemas de su incumbencia.

viernes, 14 de mayo de 2010

PREMIO GEORGE-FRITZE A LILIANA URIBE POR SU DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Las Iglesias Evangélicas de Colonia, Alemania, otorgaron el premio “George-Fritz Gedachtnisgabe-2010” a la abogada de la Corporación Jurídica Libertad Liliana Uribe Tirado.
Desde 1981, la iglesia protestante del distrito Colonia entrega cada dos años este premio en memoria de la vida del pastor George Fritze quien se destacó por su oposición al fascismo y lucho por los derechos humanos en su país.
El premio busca resaltar a las personas y organizaciones dedicadas a la lucha contra la dictadura y la violencia y que se dedican a apoyar a las víctimas de éstas para recuperar sus derechos. En la entrega del premio las iglesias resaltaron la labor de la Corporación Jurídica Libertad en la defensa de los derechos humanos en Colombia y en particular resaltaron el esfuerzo de Liliana Uribe por esclarecer la verdad sobre las ejecuciones extrajudiciales en el país y la lucha por la justicia y reparación de este crimen considerado de lesa humanidad. A continuación las palabras de Liliana Uribe al recibir este significativo reconocimiento:

La historia de los y las defensoras de derechos humanos en Colombia y en el mundo corre paralela con la historia de la barbarie, de las atrocidades humanas, de la noche y la niebla. En lo que parece ser la peor de las paradojas: vida y muerte, represión y libertad, horror y dignidad se encuentran y toman vida en pueblos y personas que luchan justamente por acabar con esta realidad.

Por ello cuando me anunciaron el premio PfarrerGeorg Fritze Gedachtnispreis lo primero que hice fue tratar de entender qué representaba el mismo. Después de mucha búsqueda en la internet y de preguntarle a otras personas, me encontré con la maravillosa existencia de este Padre poco conocido en mi país. Su historia es hermosa: un hombre antifascista, humanista, defensor de los derechos de los obreros y valiente opositor de propuestas autoritarias que tanto daño han causado a la humanidad. En él se cumple lo que ya decía: un hombre que es capaz de defender la vida, de evidenciar la dignidad aún en los peores y más oscuros momentos de la historia.

Quiero resaltar este hecho porque los hombres y mujeres que nos dedicamos a la labor de defender los derechos humanos en medio de las dictaduras y las violencias institucionales lo hacemos porque otros y otras nos han marcado el camino y nos han enseñado con su vida, que podemos aspirar a construir un mundo donde los derechos de los pueblos y del planeta mismo pueden ser un sueño cumplido. La defensa de los derechos humanos ha sido un importante y visible foro para la oposición a los métodos brutales de control social de gobiernos, o de la guerra y de las violaciones masivas de los derechos humanos, no sólo contra las violación de los derechos civiles y políticos sino también económicos, sociales, culturales, incluso el derecho al desarrollo, el derecho al medio ambiente y a la autodeterminación de los pueblos.

Con esta perspectiva se enmarca mi compromiso personal y el de la Corporación Jurídica Libertad, organización de la que soy fundadora y que se dedica desde 1993 a la defensa y promoción de los derechos humanos en el departamento de Antioquia, especialmente de las comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas, de las víctimas de crímenes de lesa humanidad y de los hombres y mujeres perseguidos y judicializados por su opción social o política. Pretendemos que se cumpla el sistema Universal de los derechos humanos aspirando un país democrático, participativo, libertario y comprometido con la dignidad humana.

Sin embargo, esta no es una labor fácil porque en Colombia, defender de los derechos humanos es un trabajo peligroso y a menudo mortal. Diariamente los defensores somos estigmatizados por nuestra labor, amenazados, judicializados por convertir en delito la opinión y la libertad de expresión; sometidos a la desaparición forzada, al exilio e incluso al asesinato. Por ejemplo, recientemente hemos comprobado que desde la Presidencia de la República se ordenó a los organismos de inteligencia del país, como el Departamento Administrativo de Seguridad –DAS- interceptar nuestros teléfonos y correos electrónicos sin autorización judicial, además se ordenaron seguimiento, amenazas y acciones denominadas de inteligencia ofensiva, e incluso se acordó la realización de actos, catalogados por el mismo estamento como terroristas, contra algunos defensores de derechos humanos y miembros de sus familias.

Desde la Presidencia de la república se ha pretendido equiparar el compromiso con los derechos humanos como actos terroristas o vinculados a grupos insurgentes, agravando la situación de todas las personas dedicadas a esta labor al ponerlos en riesgo de muerte por acciones de los grupos paramilitares o de la misma fuerza pública. De allí la preocupación de la Relatora Especial de los defensores de derechos humanos, Margaret Sekaggya, que en su visita el año anterior expresó que:

“Un motivo fundamental de la inseguridad de los defensores de derechos humanos radica en la estigmatización y el señalamiento sistemáticos de que son objeto por parte de funcionarios del Gobierno… los defensores de derechos humanos en repetidas ocasiones han sido acusados por altos funcionarios del Gobierno de ser "terroristas" o "guerrilleros", o de estar operando en secreto con ellos”. A la luz de lo que he visto y oído en los últimos 12 días, puedo concluir que siguen existiendo en Colombia patrones de hostigamiento y persecución contra los defensores de derechos humanos, y a menudo contra sus familiares. Periodistas, sindicalistas, magistrados, abogados, activistas estudiantiles y juveniles, mujeres defensoras, líderes indígenas y afrocolombianos, así como activistas LGBT han sido asesinados, torturados, maltratados, desaparecidos, amenazados, capturados y detenidos arbitrariamente, judicializados, vigilados, desplazados por la fuerza, u obligados a exiliarse; o bien se han allanado sus oficinas y se han robado sus archivos, a causa de su trabajo de defensa de los derechos humanos y libertades fundamentales.”

Lo expresado por la señora Relatora no sólo ha sucedido en los últimos meses, por el contrario, ha sido una constante en los últimos veinte años y su evidencia está en la memoria de los amigos y amigas que hoy no nos acompañan físicamente, pero que marchan a nuestro lado persistiendo en esta lucha. Ángel Quintero, Jesús Puerta, Julio Ernesto González, Ramiro Zapata, Margarita Guzmán, Eduardo Umaña Mendoza, Josué Giraldo, Jesús María Valle, Héctor Abad Gómez, Elsa Alvarado, Kimy Pernía Domicó, entre otros cientos, fueron asesinados por su lealtad a principios éticos y políticos de defensa de la vida y la libertad. Por eso hoy, aunque parezca absurdo, estamos adelantando la Campaña Nacional e Internacional Por el derecho a defender los derechos humanos. Colombia: defensores de derechos humanos bajo amenaza, que pretende, entre otros aspectos, elevar el respaldo de la opinión pública a la labor legítima y legal de defensa de los derechos humanos, a través de:

1. La promoción de la defensa de los derechos humanos y la paz como un valor esencial de cada persona, en cualquier lugar, tiempo o situación.

2. El reconocimiento de los defensores/as como personas que defienden la dignidad humana, la vida y no como contradictores políticos del gobierno.

3. Los apoyos de sectores clave de la población que exigirán al Estado y gobierno colombiano políticas públicas efectivas de garantía y protección para los defensores/as.

Como podrán darse cuenta, este premio que hoy recibo llega en el justo momento en que los defensores y defensoras de derechos humanos de Colombia requerimos estar rodeados para mantener nuestra labor. Los últimos meses han sido especialmente difíciles para la Corporación Jurídica Libertad que ha recibido amenazas contra varios de sus integrantes, así como el intento de judicializar nuestra labor. Pese a ello no renunciamos a representar a las víctimas para hacer realidad sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación integral. Seguiremos acompañando a los campesinos y campesinas en su defensa de su territorio, a las mujeres, a los niños y niñas, a los desplazados, a los obreros y sindicalistas, y todas las personas que siguen sufriendo los rigores de un conflicto armado que no se resuelve.

Agradezco entonces el enorme aprecio y la solidaridad de las organizaciones de derechos humanos, de las iglesias, de las organizaciones sociales y de los hombres y mujeres que hoy se encuentran presentes reconociendo y valorando nuestro trabajo. Desde hace muchos años hemos contado con ustedes, hemos recibido su acompañamiento y la solidaridad expresada el múltiples formas. Su presencia nos motiva a no desfallecer, a no perder la esperanza porque sabemos que no estamos solos ni solas, porque sabemos que compartimos el ideal común de la felicidad, la vida, la dignidad y la libertad para todos los pueblos y para toda la humanidad.

domingo, 9 de mayo de 2010

¿BOLIVAR, VICTIMA DE UNA CONSPIRACIÓN DE ESTADOS UNIDOS?




Escribe Cristóbal González

En los últimos meses han aparecido indicios que ponen en tela de juicio la versión histórica oficial según la cual el Libertador Simón Bolivar murió a causa de una tuberculosis en la quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, Colombia.

Uno de los primeros en sospechar sobre la verdadera causa de muerte del Padre de la Patria fue el presidente venezolano Hugo Chávez, que además conformó un amplia comisión investigadora para establecer las verdaderas causas del deceso, comisión que ha sido cuestionada por no contar con científicos sino con políticos, según algunos.

Esta semana que termina noticias de Estados Unidos relatan que el doctor Paul Auwaerter, médico de la Universidad de John Hopkins, revela que investigaciones suyas adelantadas en los últimos años le permiten afirmar que Bolivar no murió por tuberculosis sino envenenado con arsénico. Explica que este tóxico era usado frecuentemente en aquellos tiempos, 1830, para atacar diversas enfermedades, entre ellas la tuberculosis, y que el consumo prolongado del mismo fue minando posiblemente la vida del ilustre estadista y guerrero. Advierte que logró examinar muestras de cabello y otras del Libertador. Un patólogo colombiano sugiere que el enfermo se haya automedicado, pues dizque era propenso a ello, e ingerido el arsénico que lo mató finalmente.

Pero ahora, cuando empezamos a celebrar las independencias en América de habla española, aparece otra versión que a muchos les parecerá fantástica pero que tiene buenos sustentos históricos. Y que pone en la cuerda floja no solo la versión del final del héroe por tuberculosis, sino las versiones del arsénico, la de la muerte en Santa Marta, la de los restos de Bolivar en un panteón de Caracas y otros añadidos.

El investigador e historiador Jorge Mier Hoffman, quien ha dedicado años al estudio del tema, comunicó esta semana el hallazgo de un documento de la época, de la Armada de Estados Unidos, que develaría apartes de la historia silenciada de Colombia y Venezuela. El documento demostraría que la muerte del Libertador fue consecuencia de una conspiración internacional para detener el avance del proyecto independentista americano, mediante el secuestro y la ejecución del héroe, conspiración de la que habría sido cómplice el célebre médico Alejandro Próspero Reverend.

Mier Hoffman anuncia que el valioso documento naval, certificado por autoridades del archivo histórico norteamericano, será entregado a la Asamblea Nacional de Venezuela para incorporarlo a la investigación que esta realiza sobre las verdaderas causas de la muerte del Libertador.

El historiador señala que de esta sorprendente bitácora (el registro diario de las actividades de la nave militar, escrita a puño y letra por un capitán norteamericano) existieron copias en las academias de Historia de Colombia y Venezuela durante los años posteriores a la muerte del Libertador, pero las mismas misteriosamente desaparecieron de sus archivos.

Una misión secreta y una carta

En apretado resumen, Mier Hoffman explica que este documento oficial de la armada norteamericana de la época revela que el capitán de la nave de guerra recibió el 7 de septiembre de 1830 instrucciones para navegar aguas neogranadinas con el pretexto de que Colombia (La Gran Colombia de Bolívar) era inestable, para lo cual debía dirigirse al puerto de Santo Domingo y esperar nuevas instrucciones.

"El 29 de noviembre se dirige a Cartagena...", refiere Mier Hoffman, advirtiendo que eso está escrito por el propio capitán militar Issac Mayo."El 30 sale a Santa Marta buscando a Bolívar, y él (el capitán) dice que en el transcurso de la misión ubica a diferentes barcos hasta que se lo consigue".

De acuerdo con lo escrito en la bitácora, el 1º de Diciembre de 1830 la goleta militar norteamericana identifica el barco donde estaba el Libertador y mediante violencia lo detiene. Aquí el historiador explica que Bolívar, por causas desconocidas, viajaba por mar a Venezuela, mientras que su ejército lo hacía por tierra, para detener los intentos de separación de la Gran Colombia que Páez organizaba.

La nave de guerra de EEUU dispara un cañonazo, lo que entonces era una clara demostración de fuerza, y envía un bote con soldados a abordar la nave donde se encontraba Bolívar. Los militares armados no respetan condición diplomática alguna y le entregan forzosamente una carta al Libertador. "No se la hacen llegar con el embajador de Colombia sino de manera violenta..."advierte Mier Hoffman, quien dice que pese a que se desconoce el contenido de esta carta, se presume que fue la orden de su captura.

Próspero Reverend, pieza de la conspiración

El historiador señala que el supuesto informe de la autopsia realizada por Reverend, y en la cual se establece la tuberculosis como causa del fallecimiento, fue escrito por el médico 36 años después de los hechos.

La conspiración internacional fue fraguada desde el gobierno de EEUU de la época,e iniciada por el presidente Andrew Jackson, para vengar la captura de dos naves de guerra norteamericanas en el Orinoco, por parte de Bolívar en 1817.


¿Florida, liberada por Bolivar?

Mier Hoffman asegura que el estado de Florida fue liberado por Bolivar, lo que causó resentimiento del gobierno norteamericano en su contra . Ese territorio entonces pertenecía al imperio español y fuerzas patriotas al mando de Gregory MacGregor, obedeciendo órdenes de Bolívar, desalojaron a los realistas españoles e instauraron una República Libre por solamente 77 días.

La impactante revelación, de acuerdo a la versión de Mier Hoffman, señala además que EEUU declaró a McGregor y su ejército libertador como "contrabandistas" y justificó la posterior invasión norteamericana a esa península. Posteriormente, el gobierno norteamericano de Jackson desarrollaría una supuesta estrategia comercial con el imperio español para comprarle el territorio y convertirlo en uno de los Estados de la unión.

Los restos en el Panteón no son de Bolívar

En lo que considera un tema escabroso, Mier Hoffman dice además que ya desde 1947, cuando se instaló la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de ese año, se designó una comisión investigadora para determinar si los restos de Bolívar son en verdad del Libertador. Dice que la Academia Nacional de Historia de Venezuela (ANH), entonces a cargo de Vicente Lecuna, estigmatizó a un investigador anatomista de la facultad de la UCV, José Izquierdo, quien denunció que había un personaje en la Catedral y otro en el panteón, refiriéndose a los restos de Bolívar.

Esta actitud de Lecuna hizo que el poeta Andrés Eloy Blanco lo calificara como un interesado en que se le conociera como "el dueño de Bolívar", en aparente reclamo a las decisiones autoritarias del encargado entonces de la ANH. Hasta Rafael Caldera dijo entonces que no creía que Bolívar estuviera en el Panteón. "Pero después no se tocó más el tema", recuerda Mier Hoffman.

Señala igualmente que los restos de Bolívar, tras su muerte, fueron depositados en la Catedral de Santa Marta, destruida luego por un terremoto, y las lápidas y tumbas quedaron mezclados, al colmo que un personaje de la época dijo haberse llevado los sagrados restos a su casa para luego devolverlos. "La tumba de Bolívar fue profanada 19 veces", comenta el historiador, por lo que no hay certeza de que el sarcófago de hoy en el Panteón contenga al Libertador.

Bolívar no murió en San Pedro Alejandrino

Dice además, para completar el relato de la intriga, que le correspondió investigar en 2007 y estudió documentos que aparecen relacionados con parientes de su familia, según los cuales Bolívar no había muerto en la quinta San Pedro Alejandrino sino en un lugar ya desaparecido de la historia, en una hacienda -propiedad de sus
antecesores- de cuya ubicación no se tiene certeza.