
Escribe Cristóbal González
En los últimos meses han aparecido indicios que ponen en tela de juicio la versión histórica oficial según la cual el Libertador Simón Bolivar murió a causa de una tuberculosis en la quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, Colombia.
Uno de los primeros en sospechar sobre la verdadera causa de muerte del Padre de la Patria fue el presidente venezolano Hugo Chávez, que además conformó un amplia comisión investigadora para establecer las verdaderas causas del deceso, comisión que ha sido cuestionada por no contar con científicos sino con políticos, según algunos.
Esta semana que termina noticias de Estados Unidos relatan que el doctor Paul Auwaerter, médico de la Universidad de John Hopkins, revela que investigaciones suyas adelantadas en los últimos años le permiten afirmar que Bolivar no murió por tuberculosis sino envenenado con arsénico. Explica que este tóxico era usado frecuentemente en aquellos tiempos, 1830, para atacar diversas enfermedades, entre ellas la tuberculosis, y que el consumo prolongado del mismo fue minando posiblemente la vida del ilustre estadista y guerrero. Advierte que logró examinar muestras de cabello y otras del Libertador. Un patólogo colombiano sugiere que el enfermo se haya automedicado, pues dizque era propenso a ello, e ingerido el arsénico que lo mató finalmente.
Pero ahora, cuando empezamos a celebrar las independencias en América de habla española, aparece otra versión que a muchos les parecerá fantástica pero que tiene buenos sustentos históricos. Y que pone en la cuerda floja no solo la versión del final del héroe por tuberculosis, sino las versiones del arsénico, la de la muerte en Santa Marta, la de los restos de Bolivar en un panteón de Caracas y otros añadidos.
El investigador e historiador Jorge Mier Hoffman, quien ha dedicado años al estudio del tema, comunicó esta semana el hallazgo de un documento de la época, de la Armada de Estados Unidos, que develaría apartes de la historia silenciada de Colombia y Venezuela. El documento demostraría que la muerte del Libertador fue consecuencia de una conspiración internacional para detener el avance del proyecto independentista americano, mediante el secuestro y la ejecución del héroe, conspiración de la que habría sido cómplice el célebre médico Alejandro Próspero Reverend.
Mier Hoffman anuncia que el valioso documento naval, certificado por autoridades del archivo histórico norteamericano, será entregado a la Asamblea Nacional de Venezuela para incorporarlo a la investigación que esta realiza sobre las verdaderas causas de la muerte del Libertador.
El historiador señala que de esta sorprendente bitácora (el registro diario de las actividades de la nave militar, escrita a puño y letra por un capitán norteamericano) existieron copias en las academias de Historia de Colombia y Venezuela durante los años posteriores a la muerte del Libertador, pero las mismas misteriosamente desaparecieron de sus archivos.
Una misión secreta y una carta
En apretado resumen, Mier Hoffman explica que este documento oficial de la armada norteamericana de la época revela que el capitán de la nave de guerra recibió el 7 de septiembre de 1830 instrucciones para navegar aguas neogranadinas con el pretexto de que Colombia (La Gran Colombia de Bolívar) era inestable, para lo cual debía dirigirse al puerto de Santo Domingo y esperar nuevas instrucciones.
"El 29 de noviembre se dirige a Cartagena...", refiere Mier Hoffman, advirtiendo que eso está escrito por el propio capitán militar Issac Mayo."El 30 sale a Santa Marta buscando a Bolívar, y él (el capitán) dice que en el transcurso de la misión ubica a diferentes barcos hasta que se lo consigue".
De acuerdo con lo escrito en la bitácora, el 1º de Diciembre de 1830 la goleta militar norteamericana identifica el barco donde estaba el Libertador y mediante violencia lo detiene. Aquí el historiador explica que Bolívar, por causas desconocidas, viajaba por mar a Venezuela, mientras que su ejército lo hacía por tierra, para detener los intentos de separación de la Gran Colombia que Páez organizaba.
La nave de guerra de EEUU dispara un cañonazo, lo que entonces era una clara demostración de fuerza, y envía un bote con soldados a abordar la nave donde se encontraba Bolívar. Los militares armados no respetan condición diplomática alguna y le entregan forzosamente una carta al Libertador. "No se la hacen llegar con el embajador de Colombia sino de manera violenta..."advierte Mier Hoffman, quien dice que pese a que se desconoce el contenido de esta carta, se presume que fue la orden de su captura.
Próspero Reverend, pieza de la conspiración
El historiador señala que el supuesto informe de la autopsia realizada por Reverend, y en la cual se establece la tuberculosis como causa del fallecimiento, fue escrito por el médico 36 años después de los hechos.
La conspiración internacional fue fraguada desde el gobierno de EEUU de la época,e iniciada por el presidente Andrew Jackson, para vengar la captura de dos naves de guerra norteamericanas en el Orinoco, por parte de Bolívar en 1817.
¿Florida, liberada por Bolivar?
Mier Hoffman asegura que el estado de Florida fue liberado por Bolivar, lo que causó resentimiento del gobierno norteamericano en su contra . Ese territorio entonces pertenecía al imperio español y fuerzas patriotas al mando de Gregory MacGregor, obedeciendo órdenes de Bolívar, desalojaron a los realistas españoles e instauraron una República Libre por solamente 77 días.
La impactante revelación, de acuerdo a la versión de Mier Hoffman, señala además que EEUU declaró a McGregor y su ejército libertador como "contrabandistas" y justificó la posterior invasión norteamericana a esa península. Posteriormente, el gobierno norteamericano de Jackson desarrollaría una supuesta estrategia comercial con el imperio español para comprarle el territorio y convertirlo en uno de los Estados de la unión.
Los restos en el Panteón no son de Bolívar
En lo que considera un tema escabroso, Mier Hoffman dice además que ya desde 1947, cuando se instaló la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de ese año, se designó una comisión investigadora para determinar si los restos de Bolívar son en verdad del Libertador. Dice que la Academia Nacional de Historia de Venezuela (ANH), entonces a cargo de Vicente Lecuna, estigmatizó a un investigador anatomista de la facultad de la UCV, José Izquierdo, quien denunció que había un personaje en la Catedral y otro en el panteón, refiriéndose a los restos de Bolívar.
Esta actitud de Lecuna hizo que el poeta Andrés Eloy Blanco lo calificara como un interesado en que se le conociera como "el dueño de Bolívar", en aparente reclamo a las decisiones autoritarias del encargado entonces de la ANH. Hasta Rafael Caldera dijo entonces que no creía que Bolívar estuviera en el Panteón. "Pero después no se tocó más el tema", recuerda Mier Hoffman.
Señala igualmente que los restos de Bolívar, tras su muerte, fueron depositados en la Catedral de Santa Marta, destruida luego por un terremoto, y las lápidas y tumbas quedaron mezclados, al colmo que un personaje de la época dijo haberse llevado los sagrados restos a su casa para luego devolverlos. "La tumba de Bolívar fue profanada 19 veces", comenta el historiador, por lo que no hay certeza de que el sarcófago de hoy en el Panteón contenga al Libertador.
Bolívar no murió en San Pedro Alejandrino
Dice además, para completar el relato de la intriga, que le correspondió investigar en 2007 y estudió documentos que aparecen relacionados con parientes de su familia, según los cuales Bolívar no había muerto en la quinta San Pedro Alejandrino sino en un lugar ya desaparecido de la historia, en una hacienda -propiedad de sus
antecesores- de cuya ubicación no se tiene certeza.
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