martes, 8 de febrero de 2011

Otro punto de vista sobre la crisis egipcia

Escribe Cristóbal González
Los árabes que venían siendo sometidos por el imperio otomano se revelaron en 1916 con el liderazgo de Shariff Hussein Ben Alí, logrando finalmente su independencia. Y después de 1945 otros países árabes se fueron independizando, por lo menos aparentemente. Lo cierto es que Estados Unidos, que empezaba a ejercer su hegemonía después de la Gran Bretaña, había infiltrado esos movimientos y los había volteado para su lado, al servicio de sus intereses imperiales. Habían cambiado de una dominación a otra.
Ahora se revuelca de nuevo el mundo árabe. En Tunez, en Jordania, en Yemen, en Argelia y otros países, gentes de diversas condiciones se manifiestan en plazas y calles contra las tiranías, por la democracia, la libertad y mejores condiciones de vida. Pero la atención se centra en Egipto durante las últimas semanas.
Con sus 84 millones de habitantes, su posición geoestratégica envidiable para el control del canal de Suez y el paso por este de petróleo, armas y ejércitos, Egipto es una especie de “joya de la corona” para la política exterior norteamericana y su aliado incondicional en el Medio Oriente, el sionismo de Israel. Y Estados Unidos lo ha mantenido durante 30 años bajo su férula, con un gobierno títere que bien ha servido a sus intereses, el de Hosni Mubarak, ahora anciano de 82 años.
Los personajes
Cansado el pueblo egipcio de la miseria y la exclusión a que ha sido sometido, sobre todo con la implementación allí del modelo globalizador neoliberal, viene respondiendo al llamado de un grupo de jóvenes conscientes de su situación histórica: 40% de la población egipcia debe tratar de vivir con dos dólares al día, 85% de los menores de 30 años está sin empleo y el precio de los alimentos se ha incrementado en un 30%. Por eso millones de manifestantes se mantienen firmes en El Cairo y Alejandría y juran que no darán el brazo a torcer hasta que salga Mubarak.
Son jóvenes con estudios y títulos universitarios pero sin empleo, que han logrado atraer para su lucha a segmentos importantes de una clase media educada pero a las puertas del hambre.
Sin embargo, todavía no aparece en el escenario la clase obrera ni el movimiento campesino que lucha por la tierra. Ni algún movimiento laico, fuerte, radical, organizado y listo para tomarse el poder, con clara conciencia sobre las verdaderas causas de la miseria en que está la mayoría de los egipcios. Y es evidente que el gobierno sólo caerá si, además de las manifestaciones, se paraliza la producción.
En el mundo árabe hay algunos liberales burgueses que quieren jugar su papel, pero sin una base social importante. Los más organizados son los islamitas, movimiento variopinto en el que caben desde los radicales como El Talibán, que aplica severamente la Sharia en Afganistán, hasta los más o menos tolerantes que ahora gobiernan en Turquía. Y por la mitad de ese abanico se puede encontrar a los Hermanos Musulmanes, fuertes en Egipto pero aliados y socios de la burguesía consumista feliz con la globalización. Han condenado inclusive las huelgas de los obreros y las actividades campesinas por la recuperación de la tierra. También aparece por ahí El Baradei, más conocido por fuera de Egipto que dentro. Es un “liberal” sin idea del manejo económico y por lo tanto inconsciente de las verdaderas causas de la crisis egipcia. Reclama “elecciones genuinas” y respeto a ley, para frenar arrestos y torturas, pero no más.
En esas condiciones, un total derrumbamiento del régimen de Mubarak llevaría a Egipto al caos, a no ser que obreros organizados, campesinos y algún partido dispuesto a cambiar la situación de raíz, entraran a la palestra. En eso podría tener razón el mismo Mubarak cuando dice querer renunciar pero no estar dispuesto a al país se desbarate. Y podría tener razón el gobierno de Obama, que parece estar dando bandazos.
Ganadores y perdedores
Así las cosas, quién o quiénes ganarían y perderían con el derrocamiento de Mubarak, que parece definido. Lo que no se sabe es cuándo ocurrirá.
Internamente, los ganadores, por ahora, podrían ser los Hermanos Musulmanes, que de haber elecciones verdaderamente libres podrían obtener el 30% de los escaños parlamentarios, pero sin el control total para sus ambiciones. De ganar ellos, el pueblo egipcio no ganaría nada, pues los Hermanos son aliados de la burguesía como ya se dijo y defienden el libre mercado y el proyecto globalizador neoliberal. Las causas de la crisis y por las cuales la gente reclama una vida más digna, seguirían iguales. Tal vez habría algunas reformas cosméticas. En la política exterior sí habría un cambio importante, pues los Hermanos han declarado en ocasiones su apoyo a la causa palestina y su rechazo a los acuerdos del gobierno actual con Israel. Sin embargo, para Estados Unidos los Hermanos son confiables. Los consideran moderados y dispuestos a sostener la estrategia norteamericana y a no oponerse a la expansión sionista en Palestina. Habrá que ver.
También podría resultar ganancioso el ejército, de no haber fuerzas populares definitorias, como hasta ahora. Los militares no han querido intervenir, ni a favor de unos ni de otros. Observadores interpretan esta aparente neutralidad como un esfuerzo por mantener su imagen y entrar a jugar un papel importante en un gobierno de transición, pacífica como la quiere Estados Unidos.
Externamente, hay dos países interesados directamente el crisis: Estados Unidos, desde luego, e Irán, que le disputa la hegemonía a los norteamericanos en el Medio Oriente. También figuran Israel, que de haber cambios radicales en Egipto tendría que poner fin a su política contra los palestinos; Turquía, que se aleja de la orbita USA-Gran Bretaña; Rusia y China, por sus intereses gasíferos y petroleros. Sin embargo, ninguno de estos últimos se ha manifestado.
Una reciente encuesta adelantada entre población árabe por un instituto británico entrega resultados inquietantes para la hegemonía norteamericana: sugiere que apenas un 10% considera un peligro a Irán y un 75% considera que el verdadero peligro lo constituye Estados Unidos y su intromisión en la región.
¿Y Obama?
El gobierno de Obama está entre la espada y la pared. Si sigue apoyando con todo a Mubarak, políticamente, económicamente y militarmente, levantaría en su contra a la casi totalidad del mundo árabe y musulmán. Si no lo apoya, Mubarak se va del todo al suelo -ya está casi caído- y pierde un alfil valioso. Por eso los sionistas de Israel le reclaman su falta de apoyo decido a Mubarak y se manifiestan inquietos por lo que pueda suceder. Y los republicanos se alistan para cobrarle a Obama la pérdida de Túnez, la posible de Egipto y la de otros enclaves en la región.
Obama ha tenido que recurrir a pedir públicamente una transición rápida y no violenta en Egipto y aparentemente exige a Mubarak que entregue el poder. Es decir, que cambien personas pero que el modelo, lo esencial, siga intacto. Hay quienes consideran que Estados Unidos no toleraría la independencia total de los egipcios. Por ahora Obama se la juega porque a Mubarak lo suceda Omar Suleiman, el vicepresidente recién elegido, jefe de la inteligencia militar.
Pero hay indicios de que juega doble. Mientras mantiene esos reclamos para el consumo de los medios, manda a Frank Wisner, vinculado a una prestigiosa oficina de abogados de Nueva York, para que converse con Mubarak. Aparentemente va a negociar la salida del dictador, pero termina apoyándolo públicamente, lo que hace enojar a los dignatarios de la Casa Blanca, porque les ha descubierto el juego. “La continuidad de Mubarak en el liderazgo político de Egipto es fundamental”, dice Wisner. Y es entendible por que la oficina de abogados que lo vincula defiende los intereses de Mubarak en Washington desde hace tiempo.
Muchos saben que Wisner está conectado a la compañía de litigios Patton Boggs, que se enorgullece de su apoyo a las fuerzas armadas egipcias y a la Agencia Egipcia de Desarrollo Económico. ¿Por qué lo enviaron entonces? Parece que para pedirle a Mubarak que se sostenga en el cargo unos meses más, y darle tiempo a la Casa Blanca que diseñe un escenario favorable a sus intereses. Esa presunción la podría apoyar el hecho mismo de que Mubarak no renuncia, como lo haría si Estados Unidos se lo ordenara. Y que él, su gobierno y agencias de inteligencia han estudiado posibles escenarios postcrisis y todos son desfavorables de alguna manera a los intereses de Washington.
¿Qué pasa entre tanto en el mundo? ¿Cuál es el marco de los acontecimientos? El panorama está marcado por la caída de los estándares de vida en las dos terceras partes de la población mundial; por el escandaloso enriquecimiento de un estrato alto relativamente pequeño, cuyas economías son mayores que la de muchos países pobres; por la decadencia de la otrora superpotencia(Estado Unidos). Su poder se erosiona cada vez más, no importa lo que pase con las revueltas árabes. Ni sus amigos están seguros de que deba involucrarse más en los asuntos de la región.
Por su parte Irán, aunque sospechoso por no ser árabe y por ser chiita, es más bien mirado. Ya se mencionó atrás una reciente encuesta en tal sentido. Ha demostrado que a pesar de ser chiita, puede respaldar movimientos no chiitas, siempre que se opongan a los intereses de Israel y Estados Unidos, como lo ha hecho con Hamas.
Finalmente, y no obstante todo lo anterior, hay esperanzas firmes en la claridad y la actitud de las juventudes coaligadas en el movimiento denominado Levantamiento de Jóvenes Airados, que cobija al Movimiento de Protesta del Seis de Abril, a Jóvenes por Justicia y Libertad y al ala joven de los Hermanos Musulmanes, que se niegan a conversar con el gobierno y niegan que en los intentos de trato con el vicepresidente Omar Suleiman ellos estén representados. El movimiento de millones está en plazas, dicen, y no pertenece a nadie. Si alguien quiere conversar, que venga a la plaza Tahrir. Eso recuerda a Lenin que en su momento se refería a la fuerza de los bolcheviques diciendo: “El poder está en las calles”. Con la diferencia grande de que los bolcheviques de 1917 eran un contingente consciente, organizado y listo para la toma del poder.

lunes, 7 de febrero de 2011

EL PUEBLO EGIPCIO, UN EJEMPLO PARA LOS PUEBLOS DEL MUNDO

Escribe Cristóbal González

A los exégetas del neoliberalismo, que aún quedan, les convendría echar una mirada al pasado inmediato de los países árabes cuyos pueblos hoy se levantan exigiendo, sobre todo, mejores condiciones de vida.
Hasta hace poco el modelo neoliberal se aplicó en la región y, como en todas partes donde se ha implentado, no dejó sino alta concentración de riqueza y privilegios en grupos cada vez más reducidos de su población, empobrecimiento cada vez más dramático entre las mayorías y más represión para frenar las manifestaciones de descontento de los pobres.
Por eso, por su posición geoestratégica (desde El Cairo se controla supuestamente el paso de petróleo, armas y ejércitos)y por ser, con Israel, um baluarte precioso para la política exterior norteamericana en el Medio Oriente, el regímen de Mubarak fue consentido de Estados Unidos, incluso de Obama, y de la política genocida contra los palestinos adelantada por el sionismo de Israel.
Egipto es el segundo receptor de ayuda militar y económica norteamericana en el mundo, después de Israel, y a los gobiernos de Washington nunca les preocupó que su gobernante durante los últimos 30 años sea un dictador de la peor calaña. Como nunca le ha importado a la Casa Blanca ningún dictador, siempre que desde su gobierno defienda los intereses de EE.UU y los de las corporaciones trasnacionales, que son finalmente los mismos.
Ahora Obama aparece "exigiendo" una sucesión rápida, democrática y pacífica en Egipto, cuando al principio de su mandato, y con motivo de una conferencia árabe,
se deshacía en elogios para Mubarak. "Mubarak es un hombre bueno. Ha hecho cosas buenas. Mantuvo la estabilidad. Seguiremos apoyándolo. Es nuestro amigo", decía Obama entónces. Sin embargo, en estos días ya no le considera tan bueno.
El actual inquilino de la Casa Blanca sigue el mismo libreto de los anteriores: Apoyan a un dictador cuando conviene a los interesese estadonunidenses, pero cuando lo ven en la cuerda floja hacen como Pilatos y lo dejan colgando de la brocha. Si no es que esgrimen un expediente en su contra con todos los pecadillos que su antiguo aliado ha cometido, y algunos crímenes, para mandarlo a poner preso por sus "marines" como sucedio con Noriega en Panamá. De todo modos, EE.UU maniobra buscando que el remplazo sea otro servidor suyo. Si no logra su próposito, entonces ayuda a derrocar a su antiguo aliado, posando de campeón de la democracia y los derechos de los pueblos.
Los pueblos que se vienen levantado lo hacen entre otras cosas porque los acosa la miseria a que los ha llevado el modelo neoliberal de desarrollo. Así lo manifiestan, al tiempo que piden profundizar la democracia. Una democracia que les permita controlar directamente cualquier política económica y social. Ya lograron la salida de Zine El Abine Ben Ali, de Túnez, sostenido sobre todo por Francia; consiguieron la conformación de un nuevo gobierno en Jordania, a cuya cabeza quedó un militar supuestamente popular; tambien el compromiso del dictador yemení de dejar el poder cuando termine su mandato y la inminente caida de Mubarak.
Destacable el coraje, la determinación y el compromiso de los manifestantes de la plaza del Tahrir en El Cairo. Allí permanecen a pesar del ataque de los paramilitares de Mubarak (Observadores europeos sostienen que son agentes policiales vestidos de civil los que han desatado una ola de violencia contra los manifestantes de la opisición).
Pase lo que pase en Egipto, sus ciudadanos están dando un ejemplo al mundo. La expectativa continúa.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Multinacionales farmacéuticas contra la salud de los pobres

En estos días en Tokio los gobiernos de los países más ricos del planeta tratarán de negociar un pacto secreto que podría impedir el acceso de las personas más pobres a medicamentos esenciales. Millones de personas dependen de los denominados genéricos para tratar enfermedades como la malaria o el VIH. Si este acuerdo logra concretarse, el acceso a muchas de estas drogas podría verse recortado, dejando a quienes no tienen la posibilidad de comprar marcas de laboratorio al borde del abismo.

El acuerdo establecería normas de "propiedad intelectual" relacionadas con un amplio catálogo de temas: desde los cultivos genéticamente modificados, pasando por el acceso a archivos compartidos en internet, hasta las patentes farmacéuticas. Pero el 80% de los países del mundo -- como India, China, Brasil y Argentina -- han quedado excluidos de estas negociaciones. Los gobiernos participantes están intentando apurar un acuerdo antes que las protestas públicas crezcan hasta el punto de que sean imposibles de ignorar. Pero la marea de oposición se va haciendo cada vez más grande.

La presión ciudadana ha evitado acuerdos comerciales injustos en el pasado. Ahora, nuevamente, puede lograr que no se adopte un nuevo pacto abusivo, firmando una petición para que el proceso de decisión sobre el acceso a las medicinas esenciales sea abierto y transparente, que será entregada esta misma semana en la capital nipona. Basta con oprimir el siguiente enlace:

http://www.avaaz.org/es/acta/?vl

EL NEFASTO ACUERDO

El Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA, por sus siglas en inglés) ha sido intencionalmente mantenido alejado de la opinión pública. Pero no por mucho tiempo: activistas defensores de la salud pública y de la libertad de internet han hecho saltar la alarma, y China, India y el Parlamento Europeo se han manifestado en contra del pacto durante las últimas semanas.

El acuerdo propuesto plantea muchas inquietudes, pero su disposición más indignante es el tratamiento de los medicamentos esenciales. El ACTA no establecería diferencias entre medicamentos genéricos y falsificados, por lo que la industria farmacéutica tendría claras ventajas para apoderarse completamente del mercado, aplicando las mismas tácticas agresivas para deshacerse de cualquier competidor.

Los gigantes farmacéuticos argumentan la necesidad de una medida como ésta para proteger a los consumidores, pero ellos mismos están vendiendo versiones genéricas de medicamentos cuyas patentes han caducado. Los genéricos (en general un 90% más baratos) no son ni más ni menos seguros que los medicamentos de laboratorios reconocidos. La diferencia radica en la ganancia de las empresas, así como en el impacto que tienen sobre la vida de los más desprotegidos.

En muchas otras ocasiones, protestas ciudadanas masivas han logrado detener maniobras similares de parte de empresas farmacéuticas y gobiernos ricos.

Recibir tratamiento cuando estamos enfermos es algo que todos consideramos de una importancia absoluta. Nuestras acciones esta semana pueden ayudar a millones de personas a tener acceso a los medicamentos más esenciales.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿QUÉ ES EL "TEA PARTY"?

Escribe Cristóbal González

Con brujería incorporada, la nueva estrella de la derecha estadounidense es el movimiento populista ultraconservador autodenominado "Tea Party", en conmemoración del grupo independentista del siglo XVII con denominación parecida.

Una de sus integrantes,la candidata al senado por el estado de Delaware, Christine O·Donell, acaba de avergonzar a sus mismos copartidarios confesando que había erstado vinculada a la brujería y contando su experiencia en misas satánicas y cosas por el estilo.Su victoria al lograr la candidadura por dicho estado causó gran sorpresa, tanto entre demócratas como republicanos.

Mientras tanto, los analistas debaten si el "Tea Party" contribuyó a la victoria republicana en Massachusetts.

Lo que empezó como una protesta informal contra Washington inquieta al establecimiento político: a los demócratas, que no quieren perder a sus votantes más conservadores, y a los republicanos que temen verse desbordados en su flanco derecho por unos simpatizantes a los que no pueden controlar.

El "Tea Party" (el Motín del té), que toma su nombre de la rebelión de los colonos estadounidenses contra Reino Unido en Boston en 1773, se dio a conocer el pasado 15 de abril, día en el que los estadounidenses deben entregar su declaración de renta, con una gran manifestación en la capital contra el gobierno y, por supuesto, contra Barack Obama.

Parecía al principio un invento de Fox News, la cadena ultraconservadora de noticias del magnate australiano Rupert Murdoch, pero una nueva protesta en septiembre, esta vez contra la reforma sanitaria, consolidó su imagen.

"El Tea Party es un movimiento fraccionado de estadounidenses que se definen por lo que protestan. Están en contra del poder en manos de una clase educada. Creen que el Gobierno, las grandes empresas, los medios de comunicación y los profesionales acomodados forman una gran oligarquía que defiende sus intereses a base de déficits insostenibles, muchos impuestos y muchas leyes", describía hace unos días el columnista conservador de The New York Times, David Brooks.

Y subrayaba también que, aunque no se trasladara luego en las urnas, el movimiento gozaba de una buena imagen. Según una encuesta de la cadena NBC, el 41% de los estadounidenses tenía del "Tea Party" una opinión positiva, más que de los demócratas (35%) y de los republicanos (28%).

Con Sarah Palin, la excandidata republicana

El "Tea Party" intenta ahora consolidarse como grupo político. A principios de febrero celebrará en Nashville su primera convención, con una estrella invitada,
Sarah Palin.

Muchos dentro del movimiento no lo ven. Piensan que su fuerza reside precisamente en su fluidez y temen que los organizadores, que venden entradas a más de 500 dólares, sólo busquen sacar provecho del evento.

No es de extrañar que en una sociedad conservadora el discurso del "Tea Party" tenga la aceptación que viene teniendo. Por eso no asombra que, por ejemplo, el pasado martes 21 de septiembre un donante anónimo le haya entregado a sus coordinadores y fundadores, Mark Mekler y Jenny Beth Martin, la nada despreciable suma de un millón de dólares. Aunque haya sido anónimo, se supone que debe ser muy rico, pues un ciudadano común no tiene para esas donaciones. El gran capital se apresura pues a patrocinar estas manifestaciones de intolerancia. La única condición del donante es que el grupo debe gastar ese dinero antes de noviembre.

El "Tea Party Patriots Inc" (nombre completo) es uno de varios grupos que han sacado provecho de una ola de molestia entre los votantes y han propugnado por una prudencia fiscal acompañada por un gobierno de menor tamaño. Los candidatos apoyados por el movimiento "Tea Party" derrotaron incluso a los postulantes apoyados por el Partido Republicano en varias elecciones primarias para candidaturas al Senado.

Los republicanos trabajan ahora para apropiarse del mensaje y la energía del Tea Party en su intento por recuperar el control del Congreso, actualmente de mayoría demócrata, en las elecciones generales.

Tea Party Patriots Inc. es una organización sin fines de lucro y no está obligada a revelar quienes son sus donadores, incluso si este dinero termina siendo destinado a fines políticos. Los organizadores dijeron que no apoyarán a ningún candidato en específico y sólo trabajarán para motivar a los votantes con el fin de que apoyen sus causas.

El Partido Republicano y grupos independientes aliados se han involucrado en algunas campañas para apoyar a los candidatos respaldados por el Tea Party, especialmente en Nevada, donde el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, libra una reñida contienda con Sharron Angle.

EXMAGISTRADO MANUEL CEPEDA TRATARÁ CRSIS HUMANITARIA

El exmagistrado de la Corte Constitucional Manuel José Cepeda Espinosa disertará sobre la crisis humanitaria que vive el país, en el V Congreso Nacional de la Red Universitaria por la Paz (Redunipaz) que tendrá lugar entre el 7 y el 8 de octubre próximo en Bogotá.

Magíster de la Escuela de Leyes de la Universidad de Harvard, investigador, consultor y conferencista en distintas universidades extranjeras, Cepeda fue asesor para asuntos constitucionales de la Presidencia de la República y consejero presidencial para la Asamblea Nacional Constituyente y para el desarrollo de la Constitución Política de 1991.

Para el exmagistrado lo más importante es que el derecho se aproxime a la realidad de las personas y la sociedad, como lo expresó recientemente en la cátedra Orlando Fals Borda. Sus opiniones son en ocasiones criticadas por sectores tradicionales o conservadores de la academia o la política del país.

Otros destacados conferencistas participarán en el congreso nacional de Redunipaz, como el chileno Gabriel Gaspar, experto en temas de reconciliación y reconocimiento de victimas de conflictos, y Luis Jorge Garay, economista colombiano experto en desarrollo.

El congreso se desarrollará con el lema "Democracia y Paz" en instalaciones del Instituto Luis Carlos Galán de la Universidad Javeriana durante la primera jornada y en la Universidad Cooperativa el segundo día.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Poder mediático vs defensores de derechos humanos

Ahora es la organización Avaaz, que lucha por los derechos humanos en el mundo, la victima de un monopolio mediático, por haber alertado sobre un posible trato corrupto entre el gobierno canadiense y una cadena televisiva de derecha.

Como respuesta a una campaña de movilización ciudadana en contra de los posibles favores que el gobierno canadiense podría prestar a una nueva cadena televisiva de propaganda ultra-conservadora, dicho grupo amenaza con llevar a juicio a los directivos de Avaaz si no abandonan la campaña en el plazo de 24 horas.

Hace unos días, decenas de miles de miembros de Avaaz en Canadá se movilizaron para oponerse a las posibles prebendas gubernamentales hacia una nueva cadena televisiva de extrema derecha, liderada por un ex-portavoz del Primer Ministro canadiense. El imperio mediático detrás de esta nueva cadena y de su multimillonario dueño, Pierre Karl Peladeau, atacó publicando artículos difamatorios en su propio periódico, y uno de sus ejecutivos admitió tener información detallada acerca de un sabotaje criminal contra la campaña. Ahora el magnate ha amenazado con llevar a juicio a Avaaz, una comunidad de cerca de 6 millones de personas en todo el mundo, si no retira la campaña en un plazo de 24 horas. Así es como muchos de estos grandes poderes corporativos tratan de silenciar las voces de los ciudadanos.

Los imperios mediáticos, y su incestuosa combinación de políticos sin escrúpulos e informaciones sesgadas, son una amenaza creciente para la democracia en muchos países, desde Italia a los Estados Unidos, o incluso en Australia y América Latina.

La democracia sigue creciendo en todo el mundo, pero los intereses anti-democráticos han descubierto una poderosa arma de contraataque: los imperios mediáticos y su corte de cómplices en el mundo de la política. Cuando un líder político se une a un gran poder mediático, resulta muy difícil vencerlo en las urnas sin importar la credibilidad democrática de sus propuestas.

El Poder mediático

En Italia, el Primer Ministro Berlusconi controla más del 80% de los canales televisivos de noticias, y cuenta con una enorme participación empresarial en periódicos, revistas y en el resto del mundo editorial. Berlusconi sigue sumido en una marea de escándalos y denuncias por corrupción, pero gracias al poder de sus cadenas de noticias, la mayoría de los italianos sólo ven su imagen más positiva. En los EE.UU., el Reino Unido y Australia, el super-magnate Rupert Murdoch explota su emporio para obtener favores y privilegios de la clase política, quienes a cambio reciben su apoyo para acceder a altos cargos públicos. La Fox News es la cadena de noticias por cable más grande de los EE.UU. Tras las fuertes críticas del Presidente Barack Obama a Murdoch y su negativa a prestarse al juego propagandístico de la cadena, Fox News maquinó la creación de los grupos ultra-derechistas (el denominado "Tea Party"), y les facilitó una poderosa plataforma desde donde sembrar el odio y el racismo, incluso llegando a sugerir que Obama es un terrorista y que odia a los blancos.

La idea de una nueva cadena mediática de este tipo en Canadá fue supuestamente incubada en un almuerzo secreto entre Rupert Murdoch y el Primer Ministro canadiense Stephen Harper. Harper fue el aliado más cercano de George W. Bush en temas como la negación del cambio climático, y es sabido que está promoviendo de manera activa en Canadá una forma radicalizada de política ultra-conservadora importada de los EE.UU. La nueva cadena, que ha recibido el apodo de "Fox News North", transformaría el panorama mediático de Canadá, convirtiéndose en la portavoz sesgada en favor de este líder político.

La campaña de Avaaz se opone específicamente a los posibles favores gubernamentales que obligarían a los ciudadanos a costear, a través de las tasas de TV por cable, esta nueva cadena. Este es un ejemplo de cómo operan los imperios mediáticos: un multimillonario recibe, gracias a la acción del gobierno, financiación para su red privada de medios de comunicación y, a cambio, impulsa propaganda que respalda al gobierno de su compinche político.

Muchos de estos zares mediáticos son también despiadados a la hora de alcanzar sus objetivos políticos: fomentando opiniones que envenenan los corazones de la gente y polarizan las sociedades, amenazando así las democracias y la paz.

"La adulteración de la democracia por la connivencia de líderes políticos y corporaciones mediáticas es una amenaza a todo lo que nos importa: desde el cambio climático al reto de la pobreza mundial pasando por los derechos humanos. Gracias a nuestro alcance global, Avaaz es una de las pocas organizaciones con la capacidad de luchar contra esta creciente amenaza a la democracia".

viernes, 10 de septiembre de 2010

9 MILLONES DE NIÑOS MUEREN CADA AÑO POR DESNUTRICIÓN SIN CUMPLIR LOS CINCO

Millones de mujeres y niños podrían salvarse de morir durante el embarazo o en los primeros años tras el nacimiento, si nuestros dirigentes políticos, a punto de reunirse en Nueva York, mantienen sus promesas y aumentan la ayuda oficial dedicada a la salud materno-infantil, advierte la organización Avaaz, que adelanta una campaña mundial de firmas para presionar a los líderes del mundo en ese sentido.

Millones de mujeres embarazadas y niños mueren cada año por causa de la malnutrición y la falta de servicios de salud adecuados. Se podría evitar si los gobiernos, que se reunirán este mes durante una cumbre internacional sobre la pobreza, cumpliesen finalmente con sus compromisos de ayuda internacional.

Hace diez años, los líderes políticos mundiales se comprometieron a reducir drásticamente el intolerable número de muertes maternales antes de 2015. Pero, en realidad, los niveles de ayuda oficial para el desarrollo permanecen vergonzosamente insuficientes. En estos momentos, algunos líderes parecen dispuestos a aumentar los fondos para asistir a las mujeres y niños más vulnerables, pero es vital que otros gobiernos apoyen estas medidas. "Es por ello que necesitamos un apoyo ciudadano masivo", dice Avaaz. Y agrega: "En pocos días, nuestros líderes se reúnen de nuevo en Nueva York. Levantemos un grito global de protesta contra estas muertes innecesarias".
Las firmas serán entregadas directamente a los líderes del G8 en durante su cumbre en Nueva York. El que quiera firmar puede hacerlo pulsando en:

https://secure.avaaz.org/es/save_children_and_mothers/?vl

Objetivos del Mileno, a medio cumplir

Desde que, hace 10 años, se estableciesen los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), ha habido avances considerables en la lucha para combatir la pobreza. Así, gracias al aumento de la ayuda y las inversiones en el campo de la salud materno-infantil, se ha logrado reducir en un tercio el número de muertes de mujeres durante los nacimientos de sus hijos. Pero cientos de miles de mujeres siguen muriendo innecesariamente, por no hablar de los 9 millones de niños que mueren cada año antes de cumplir cinco años.

Ya existe un mecanismo específico para canalizar la ayuda internacional en materia de VIH/SIDA, Malaria y Tuberculosis, pero no hay sistemas similares para promover la salud de las madres y sus hijos. Expertos consultados confirman que, para lograr una mejora inmediata en la salud de las mujeres y niños que más lo necesitan, lo más adecuado sería garantizar que el volumen de ayuda se duplicase y que se coordinase de manera eficaz y transparente.

Pero el plazo para cumplir las metas establecidas (ODM) está a la vuelta de la esquina (2015), y existe el riesgo de que nuestros políticos usen la excusa de la crisis económica para eludir sus responsabilidades de asistencia a los millones de personas en todo el mundo que aún viven en la pobreza. Siempre han sido la ciudadanía y la sociedad civil organizada las que han liderado la lucha contra la pobreza mundial y forzado a los dirigentes a tomar acción.