lunes, 24 de noviembre de 2008

Nuestro insecto inspirador (presentación)

  • Insecto díptero. Pero no cualquier insecto como esos que salen humillados y despavoridos a buscar a sus amigotes cuando la mujer les grita "insecto" delante de conocidos o familiares. ¿Han visto usted acaso una pulga humillada? Intenten atacarla, amenazarla, humillarla para que vean como se pone más difícil y acosadora. A veces se va y descansamos pensando que encontró a quien joder mejor que nosotros. Nos preparamos para dormir tranquilos cuando de sorpresa nos ataca de nuevo y sin saber cómo la sentimos chupando nuestro precioso líquido a picotazo limpio y sin ningún rubor. La buscamos de nuevo con sumo sigilo para no asustarla, cuando son las dos de la madugada, y no aparece ni en las arrugas de la cobija ni en los pliegues o costuras de la piyama. De pronto !oh¡ ahí está retadora, mirándonos a los ojos y sin disimular su risita burlona. Es cuando todo nuestro instinto asesino sale a flote y, olvidando las enseñanzas sobre el respeto a toda forma de vida creada por Dios (¡ Y eso está por verse!), decidimos acabar con su cochina vida. Como si fuera fácil. Ahí es cuando con sus dos milímetros de longitud salta como magnífica maromera que es y se esconde esperando a que le demos papaya para violver al ataque contra nuestra indefensa naturaleza. Y eso de los dos milímetros también está por verse. Porque hay unas tan gordas, grandes y fuertes, que cuando uno intenta atacarlas tiene que enfrentarse con ellas a puñetazo limpio. No se dajan. Que no se dejan. Intenten y verán.

No hay comentarios: