miércoles, 17 de junio de 2009

SOBRE SALUD Y NUTRICIÓN, OFERTA Y DEMANDA DE ALIMENTOS

(Escribe Pulgonzo)

La prestigiosa revista Time dedica su última edición al tema de la salud, desde la perspectiva de la prevención. Enfatiza la importancia de promover hábitos sanos, sobre todo en la higiene, el ejercicio y la alimentación, para evitar frecuentes visitas al consultorio médico. Hasta aquí la revista.

En el campo de la alimentación, reviste importancia la nutrición celular. El concepto dice que la célula es el componente básico de todo organismo vivo. Como el ladrillo de un edificio. Las células conforman tejidos, los tejidos conforman órganos, los órganos conforman sistemas y así de lo más sencillo a lo más complejo. La célula es un organismo vivo: nace, crece y muere y por lo tanto necesita nutrirse. De lo contrario moriría.

Una buena nutrición supone la ingesta diaria equlibrada de macro y micronutrientes. Los macro son proteinas, carbohidratos y grasas. Los micro son vitaminas y minerales. Además, hay que consumir mucha agua y fibra. Los macronutrientes producen calorías. Los seres humanos necesitamos calorías diarias de acuerdo con nuestro peso y talla, para poder trabajar.

Hasta ahí, todo bien. El problema resulta cuando encontramos que en el mundo actual gran mayoría de la población está subnutrida y ésta ya es una condición para una salud deteriorada. Se trata de individuos con bajas defensas y propensos a caer victimas de cualquier enfermedad.
Desnutridos, muchas veces por razones culturales, pero la mayoría de las veces por razones económicas.

Veamos. En el mundo actual la oferta de alimentos crece en menor proporción que la demanda. No hay para los 6.000 millones de habitantes que se calculan. En una resgiones del mundo se nota más el desbalance. Y la situación tiende a agravarse a medida que la tierra se recalienta y falta el agua. Agua para los riegos, fundamentales en la agricultura y la ganadería.

Pero ahora, aduciendo la necesidad de mejorar el aire que respiramos, lo que tambien es fundamental para la conservación de la salud, se implementa una campaña agresiva en favor de los biocombustibles y por la disminución del consumo de derivados del petróleo. Como resultado, grandes extensiones de tierra laborable y de agua se dedican a cultivos para producir combustibles para automotores, agravando aún más el problema de la oferta de cereales, por ejemplo, para la alimentación humana.

A propósito, Voel K. Bourne Jr. dice, en edición reciente de National Geografic, que con el maíz empleado para producir etanol y llenar un tanque de 95 litros se podría alimentar un persona durante un año. Y agrega que el 35% del grano mundial se usa para alimentar ganado y no personas. Se supone que ese ganado se sacrificará para ofrecer su carne. Este autor y muchos en el mundo peinsan que es una solución desafortunada porque no consideran saludable el consumo, sobre todo frecuente, de carne. Puede ser discutible, pero ésto hace parte del problema.

En Colombia el gobierno se ufana de estar produciendo biocombustibles de palma africana, caña de azucar y remolacha. Y sostiene que no está afectando la producción de alimentos para la gente. Pero, independientemente de que estamos importando maíz, arroz y otros alimentos que ya no producimos para responder a la demanda interna, con la producción de combustibles derivados de la palma si originamos problemas sociales y políticos graves. En Chocó son miles las quejas de campesinos que se declaran despojados de sus tierras por grupos de paramilitares, que las dedicaron al cultivo de palma para producir combustible. En otras partes del país hay quejas frecuentes parecidas.

Pero el gobierno sigue ufano mostrando sus cifras. Se trata de un criterio economicista, no económico, que en su aplicación no utiliza bien los recursos naturales para el bienestar del hombre sino que sacrifica al hombre ( en este caso su nutrición adecuada) para que unos pocos llenen bien su bolsa. Olvidamos que así como el hombre no se hizo para el sábado sino el sábado para el hombre, la economía no hizo para poner al hombre a su servicio.

Las cosas deben ser al contrario si queremos superar de alguna manera la hambruna que se vilsumbra. Primero esta la gente, todos, y después la bolsa de unos pocos, y las máquinas. Habrá que pensar en conservar el aire puro, pero sin afectar la nutrición humana y por este camino tambien la salud. De todos modos, un organismo bien nutrido puede aguantar los embates de los agentes infecciosos y otras agresiones del medio exterior.

(Si quiere opinar sobre esta nota y otras del blog, lo puede hacer en: http://www.lapulga.blogspot.com)

No hay comentarios: