domingo, 8 de marzo de 2009

Periodismo farsante

Por Juan Carlos Camaño

Dos deportistas cubanos dejan su país y la prensa neoliberal los usa para pontificar sobre la “libertad”.
Se ha hablado de decenas y decenas de vuelos secretos llevando a“sospechados de terroristas” a la base-prisión que EE.UU. tiene en Guantánamo, violando ­desde hace años- la soberanía del territoriocubano, en un incesante acto de provocación y arrogancia imperial.Se ha comprobado que, al menos catorce países europeos tienen unaindisimulable relación con la existencia de cárceles clandestinas­dependientes de la CIA- en las que, por indicaciones del gobierno deEE.UU., en la etapa Bush, se torturó, se desapareció temporariamente-¿y también de manera definitiva?- a gentes por el sólo hecho de serárabes. Atroz.Se sabe que en EE.UU. más de sesenta millones de personas viven en lapobreza, que cuarenta millones de esos sesenta millones no tienenasistencia de salud, y que de ellas aproximadamente treinta millonesno tienen con qué garantizarse una comida al día, a pesar de que acambio de una paga miserable hacen lo que ahora, en el nuevo lenguajede la explotación, algunos llaman “contra prestación de servicios”. Humillante.Millones y millones de mujeres, hombres y niños de Europa del Estesufren la condena de “vivir” en un infierno económico-social, ahondadopor la actual crisis del capitalismo ­neoliberalismo global-, luegoque se les prometiera que con la caída de la Unión Soviética irían alparaíso. Desastre.Crímenes y hambre, promovidos por el neoliberalismo, se expanden.Muestran al capitalismo en su estado salvaje, programando yreprogramando violencias. Y muestra a sus medios y periodistasprotegiendo, con su accionar, los bienes de los ricos, abocados asalvar el pellejo. Se multiplican la crisis, matanzas y caos quetrituran a millones y millones de seres humanos y, en tal escenario,la noticia y la nota de los periodistas neoliberales es: Cuba.Existe un holocausto global, promovido desde hace más de treinta añospor los maestros y discípulos del neoliberalismo y, sin embargo, lanoticia y la nota es que dos deportistas cubanos se fueron de Cuba avivir a Uruguay. Como contrapartida vale recordar que millones deniñas y niños en Cuba realizan actividades deportivas ajustadas aplanes de atención integral de la salud, como ocurre en muy pocospaíses del mundo.Marcelo Longobardi es un periodista argentino, neoliberal, amante dellibre mercado, que trabaja ­entre otros medios- en C5N, un canal detelevisión de la Argentina, que, con gusto especial, golpea a laRevolución cubana sistemáticamente.En esta ocasión, Marcelo Longobardi convocó a los telespectadoresponiéndole a la entrevista con los dos deportistas cubanos ­AguelmisRojas, corredor de media y larga distancia y Rafael Díaz, entrenador-un título extravagante: “Viaje a la libertad”. ¿La entrevista?:pobrísima. Con el agregado de un tal Roberto (sin apellido), tambiéncubano, quien hacía el discurso político contra-revolucionario, alestilo de un “gusanito” de Miami, un poco burdo y bastante contradictorio.Frente a tal ejercicio periodístico, más de una pregunta se caen demaduras: ¿Dónde está la libertad? ¿En los países que han sidoutilizados para montar centros clandestinos de tortura, al servicio dela locura guerrerista de EE.UU.? ¿En EE.UU. convertido en una calderaen la que se hambrea a millones de seres humanos, se rescata de lacrisis a estafadores y se ejecutan controles agobiantes a la vidalaboral y social de las personas? ¿Dónde está la libertad? ¿En EE.UU.,donde, en medio de la crisis global del neoliberalismo-capitalismo, serescata al banco más grande de ese país -y del mundo- el Citibank,famoso durante décadas por ser una institución vinculada al lavado dedinero, proveniente de todas las áreas “sucias” de la economía?¿Dónde está la libertad? ¿En Europa del Este, donde crece ladesesperación frente a innumerables y gravísimas privacioneseconómicas y sociales? ¿Es que, acaso, hay libertad y bienestar entodos los lugares por donde pasó la epidemia neoliberal, la pesteneoliberal, el holocausto contra diversos pueblos del mundo?En Uruguay, lugar elegido por los deportistas mencionados paracontinuar sus vidas, todavía se procura saber dónde están losdesaparecidos por la dictadura militar, que en la década del setentarespondía, al igual que otras dictaduras en otros países deLatinoamérica, al catecismo económico, social, político y cultural,impuesto a tiros por las bestias neoliberales tipo Ronald Reeagan yMargaret Tatcher. Ambos, líderes de las políticas de libre mercado ysocios ­o mandantes- de dictaduras militares sanguinarias que, como enel caso de Uruguay, crearon las bases para la instalación de un modelode exterminio predominantemente mafioso. Más de treinta años deoprobio neoliberal; un holocausto global contra la humanidad toda, yla noticia, vaya inmundicia periodística, es “dos deportistas cubanosabandonaron Cuba”. Farsantes.Hoy se siguen viendo y viviendo las consecuencias de aquél festival demuertes, estafas, desocupación, miseria, atomización y violenciasocial. ¿Esa es la libertad? ¿La libertad de unos pocos, sobre loscadáveres y las ruinas de los más, es la libertad? ¿Es libertad elconsumismo alienado de las grandes masas y el miedo paralizante deesas mismas masas cuando todo huele a desempleo, desalojos,despedazamiento familiar y a enfermedades de la miseria?.Dos deportistas cubanos se marchan de Cuba. Millones de gentes ­entreellas deportistas participantes de las más exigentes competenciasolímpicas y mundiales- se quedan en Cuba. Estudian, crecen y defiendensu dignidad y la de su país. ¿Cuál es la noticia? ¿Qué se entiende por“viaje a la libertad”?Contar con el poder de los medios de comunicación es una ventaja. Esverdad. Aunque eso no será garantía sin fecha de vencimiento para elabuso periodístico. Ya mismo, hoy, también en nuestra región, se vivenexperiencias que demuestran que correr con ventaja mediática no lo estodo. La lucha por un nuevo periodismo, al igual que la lucha de ideasy por una nueva sociedad, no ha concluido, ni mucho menos. Elneoliberalismo, y los neoliberales tienen demasiadas cuentaspendientes con la sociedad mundial, demasiados crímenes en su haber.La impunidad no les será eterna.
Juan Carlos Camaño es presidente de la Federación Latinoamericana dePeriodistas (FELAP).

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