martes, 29 de diciembre de 2009

QUIERO SER LIBRE

Por Cristóbal González

Con todo respeto, quiero compartir con mis amigos unas pocas reflexiones de añonuevo, surgidas recordando un tema flamenco que le escuché alguna vez a Los Chichos, acompañados por el recordado coplero Carlos Cano. El estribillo de la canción gitana dice: "Libre/ Yo nací para ser libre/ y seguiré siendo libre/ como las nubes del cielo".

A la vez recordé una anécdota sobre una señora que le ordenaba a su hijo sentarse, mientras él insistía en estar de pie o moviéndose. En un momento ella se enojó tanto y lo hizo sentir al muchacho, que éste no tuvo más remedio que obedecer, advirtiéndole: "Me siento por fuera mamá, pero por dentro seguiré de pie".

Estar de pie por dentro es no derrumbarse, a pesar de lo que pase por fuera. No es ser agresivo, sino asertivo. Es tener confianza en que se llegará a la meta, cualquiera que esta sea. Será el resultado de uno ser uno mismo y no lo que otros quieren que uno sea. Vale el énfasis.

Ser libre es entonces poder ser uno mismo para lograr sus metas. Y le impiden ser libre, ser uno mismo, fuerzas externas e internas. Las externas son fáciles de identificar. Las internas son, entre otras, la desconfianza en uno mismo, consecuencia de una baja autoestima, de no quererse, y la falta de fe.

Si uno se quiere de manera equilibrada, si tiene confianza, si tiene fe, las cosas resultan bien al final, no obstante todas las dificultades. No anda preocupándose, que las preocupaciones no solucionan los problemas y en cambio los agravan.

Si uno tiene confianza y fe puede y debe arriesgarse. Esto es, dar el primer paso en la consecución de su meta, su futuro. Dar después muchos más pasos. Pero uno cada vez. La meta se logra si damos un paso, analizamos si lo dimos bien, si los motivos que animan nuestro andar son buenos, y, si la conclusión nos satisface, entonces damos el paso siguiente.

Un paso siempre es un riesgo. Se sabe que cuando adelantamos un pie para andar nuestro cuerpo sale de su centro de equilibrio y podemos caer. Ese es el riesgo de avanzar, pero si no damos pasos no llegaremos a donde pretendemos. Y ese también es el riesgo de la libertad.

Perdonen todo lo anterior, pero no es más que el deseo mío de pensar algo en "voz alta" o, mejor, en letras de molde.

No hay comentarios: