domingo, 3 de mayo de 2009

COMO NO HAY HAMBRE ENTONCES LLEVE GANAS

Por Pulgonzo

Autoridades sanitarias destacadas del mundo insisten en que las mejores formas de enfrentar la crisis sanitaria por la aparición del virus gripal AH1N1 son la buena nutrición y el aseo permanente, sobre todo de las manos, con agua y jabón. Más que tapabocas, vacunas, cuarentenas etc., que sin bien ayudan no son lo fundamental.

Es fácil decirlo, pero la realidad muestra que muchos colombianos tienen dificultad para cumplir con esos requisitos. Para sustentar por lo menos en parte esa afirmación basta con saber que 3 niños menores de 5 años mueren cada día en Colombia por desnutrición (Datos del Centro de Investigaciones del Desarrollo Social, CIDS, de la Universidad Externado de Colombia). Un estudio suyo reciente indica que la primera causa de muerte del 14% de niños entre 1 y 2 años es la desnutrición. Para el 13.6% son las infecciones respiratorias agudas. Y para el 11% son las enfermedades infecciosas. Causas estas relacionadas también con desnutrición de alguna manera.

El Instituto de Bienestar Familiar enontró en su encuesta nacional del 2005 que en el 33.2% de los hogares colombianos había un niño de 1 a 4 años con anemia (Carente de hierro, vitamina A y zinc). Situación más frecuente en los estratos 1 y 2 y en las áreas rurales.

Varios estudios dicen que la dieta de los colombianos es poco variada y en cambio muy rica en carbohidratos. Por eso es frecuente la desnutrición y la obesidad. Y la Alcaldía de Bogotá tiene un estudio según el cual en el 8.6% de los hogares de la ciudad no se come con regularidad, por falta de ingresos.

Por su parte la Encuesta de Calidad de Vida del 2003 dice que en el 11% de los hogares colombianos tampoco hay dinero para comer uno o más días de la semana. Y el desempleo sigue aumentando y los que aún tienen un trabajo reciben salarios de hambre, en virtud de las reformas laborales de que se vanagloria el gobierno y que mantienen felices a los empresarios.

A lo anterior debe agregarse que el 4.2% de los desplazados pasa más hambre que el resto de la población en dificultades alimenticias. No olvidemos que somos el segundo país del mundo con más desplazados.

En cuanto al otro requisito, el del aseo permanente con agua y jabón, las cosas no están mejor: Volmar Pérez, Defensor del Pueblo, informó la semana pasada que 14 millones de colombianos están en riesgo de escasez. Es decir, que de un momento a otro se quedan sin gota de agua para sus necesidades vitales. Y sigue su informe: 9 millones no tienen acueducto, la mitad de los hogares no tiene agua las 24 horas del día y 13 millones no cuentan con alcantarillado. Como si fuera poco, los ricos consumen 3 veces más agua que los pobres.

Así las cosas, que nos proteja el Divino Niño o que nos lleve para el hueco la tal gripa con nombre de matrícula de helicóptero.

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