miércoles, 3 de junio de 2009
LA OEA Y CUBA EN SAN PEDRO SULA, MÁS SOSPECHAS QUE CERTEZAS
(Escribe Pulgonzo)
La Organización de Estados Americanos(OEA) acaba de levantar, por lo menos en teoría, la sanción que había impuesto a Cuba en Punta del Este ( Uruguay) en 1962, expulsándola por haber escogido el socialismo como sistema político y económico para regir su vida institucional. En esa ocasión fue presionada por Estados Unidos y ahora el país del norte parece salirse con la suya de nuevo, aunque no de manera tan contundente como en aquel entonces.
¿Por qué las dudas? Veamos: durante los debates ayer y hasta avanzadas horas de la noche, Estados Unidos quería que se optara por un proceso en el cual intervendría una comisión salida de la asamblea y que debía ponerle condiciones a Cuba, si su gobierno quisiera algún día regresar a la OEA. Se oponía así a las tres posisiciones que buscaban una definición de la asamblea ya, en San Pedro Sula. Incluso reparando a Cuba, proponía uno de los tres proyectos, de Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
Cuando hoy miércoles se reanudaron las sesiones, hubo un receso para retomar el asunto de
Cuba y la delegación norteamericana, encabezada por la Secretaria Hillary Clinton, consciente de que ahora no podía ordenar y esperar que se le cumpliera a pie juntillas lo ordenado, como en 1962, aceptó que la asamblea general tomara una decisión ya.
Se llegó a un consenso con el resto de países. Fue una especie de triunfo latinoamericano. ¿Triunfo? Uno sospecha, cuando la delegación de Estados Unidos manifiesta públicamente su alegría por el acuerdo logrado, seguramente porque sabe que puede mangonear el proceso de ahora en adelante.
Y la sospecha se refuerza cuando uno escucha la reacción de los republicanos y del exilio cubano de Miami, que no se hizo esperar. El Senador por Florida Mel Martínez, cubano-norteamericano, fue realista al enfatizar su pesimismo en cuanto a que esa decisión de la asamblea hoy tenga efectos, por lo menos en un corto tiempo.
Aduce Martínez que el gobierno cubano, como lo han dicho sin ambages el comandante Fidel y el presidente Raúl Castro, no tiene interés alguno en regresar a una OEA tal como está y que, según los cubanos, sigue siendo un instrumento de los intereses norteamericanos hacia el resto de América. Razón no le falta al senador. Y agrega que la opósición republicana en el Congreso será abierta y fuerte si la OEA recibiera a Cuba sin condiciones, caso en que su país debía retirarse de este organismo, con su dinero. Estados Unidos aporta el 70% del presupuesto de la OEA.
Aquello suena a chantaje. Así mismo ocurrió cuando Reagan estaba en el poder y lo secundaba Margareth Tacher en Inglaterra, y en la UNESCO (la organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura) se debatía sobre el Nuevo Orden Mundial de la Comunicación (NOMIC) que el gobierno de Reagan consideraba lesivo para sus intereses. Advirtió a la UNESCO y como ésta siguió con los debates tendientes a implantar el nuevo órden, Estados Unidos e Inglaterra se salieron, también con su plata, dejando un boquete enorme en las finanzas del organismo internacional. Cumplieron el chantaje entonces y puede ser que lo cumplan ahora con la OEA.
Lo peor ahora es que la nueva representación en la asamblea general, Hillary y Craig Kelly, Secretario Adjunto de Estado para Asuntos Hemisféricos, ambos demócratas, no difieren mucho en sus declaraciones públicas frente a las de los republicanos. Ambos dicen estar felices con la decisión y concuerdan en que apenas se inicia un proceso cuyo siguiente paso será un diálogo entre la OEA y el gobierno cubano para que éste se comprometa a defender los derechos humanos y a respetar los principios democráticos según la carta del organismo, que son los mismos de Estados Unidos.
Ese país quiere obligar de todos modos, a través de la OEA otra vez, que los cubanos acepten los derechos humanos como los occidentales los entienden, olvidando que este es un problema también cultural y que sociedades con distinta cultura conceptualizan los DD.HH de otra manera. Ejemplo China y los países árabes. Por otra parte, la historia demuestra que no hay una sola democracia, que ésta se puede conceptualizar y llevar a la práctica de manera distinta por diversas circunstancias. Además, no se necesita ser un experto para saber que la democracia estadounidense dista mucho de ser democrática. Desde sus comienzos. ¿Por que quieren entonces imponer a todo el mundo, siguiendo con su papel de policía universal aunque ahora digan otra cosa, su modelo democrático y de derechos humanos? ¿Acaso alquien ha intentado imponerle a ellos otros modelos?
Asi las cosas, el acuerdo de hoy en San Pedro Sula, Honduras, puede rsultar un gran fracaso, si la OEA no se reforma y suelta el lastre que carga desde que aceptó ser una especie de "ministerio de colonias" de la gran potencia. Sin embargo, no se puede negar que las cosas han cambiado en América y que por eso Estados Unidos tampoco la sacó fácil en esta ocasión.
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